CONTRASTACIÓN
DE HIPÓTESIS
Las
hipótesis científicas deben ser sometidas a prueba empírica, para tomar una
decisión con relación a ellas (rechazarlas o aceptarlas), de acuerdo a lo que
el estudioso observe en la realidad. En hipotético caso no se aceptarán, esto
no implica que la investigación no tenga sentido. Este hallazgo de no
cumplimiento de lo predicho en la hipótesis, en el contexto de una
investigación, al igual que su comprobación, incrementa el conocimiento.
En
virtud de lo expuesto arriba, el contraste de las hipótesis requiere del
cumplimiento de las siguientes etapas:
1)
Deducción de consecuencias observables.
La mayoría de las hipótesis se formulan en términos abstractos, es
decir, no observables directamente. No obstante, para ponerlas a prueba, se
deben vincular estos términos abstractos con referentes de la experiencia. Al
hacer este proceso deductivo, generalmente, se deben efectuar operaciones
empíricas como disponer o construir un instrumento medición, que especifican
las operaciones necesarias para poder observar el fenómeno. Esta especificación
que implica la operación aludida, se conoce como definición operacional[1].
2)
Confrontación con la experiencia.
Básicamente esta etapa consiste en la confrontación con la
experiencia, mediante la observación, experimentación u otro método. En esta
etapa son primordiales las características del diseño del estudio y de los
instrumentos de recolección de datos que se apliquen.
3)
Inferencia.
En esta etapa, una vez recolectada la información, se debe tomar
una decisión respecto a la hipótesis, sobre la base de la interpretación de los
datos analizados. Si los datos coinciden con lo enunciado por la hipótesis, se
dice que éstos la apoyan y, en efecto, se decide aceptarla como verdadera. Sin
embargo, esta decisión se toma con una probabilidad de error, ya que los datos
provienen de una muestra de la realidad, que podría estar considerando solo
aspectos parciales, y por ende constituir una porción sesgada de la
misma. Por otro lado, si la mayoría de las deducciones o consecuencias de
las hipótesis no se cumplen, las evidencias nos llevan a rechazar la hipótesis,
lo que constituye en sí mismo un conocimiento relevante e interesante.
[1] Se sabe
que una definición operacional, a través de un proceso del cual el investigador
explica detalladamente la especificación de los tipos de valores de las
variables (cualitativos o cuantitativos) y los cálculos realizados para obtener
los valores de las variables (indicadores) en el caso que fueran cuantitativas,
en términos de los métodos particulares que se usarán para medirla, en el
contexto de la investigación en cuestión. Así por ejemplo la inteligencia
podría definirse operacionalmente como las respuestas, expresadas en los
puntajes que se obtengan, de la aplicación de una determinada prueba de
inteligencia (o “test”). Recuerde que la operacionalización es un proceso que
varía de acuerdo al tipo de investigación y su diseño.
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