EL TÍTULO DE UNA TESIS
En
el mundo académico, los títulos se desprenden de los criterios generales que
orientan la investigación –pero no necesariamente los expresan todos–, tales
como:
· Qué (es): Plantea el qué hacer, indica el tipo de investigación.
· Acerca de: Tiene que ver con el tema, área, disciplina, campo y ciencia.
· Quiénes: Se refiere a las unidades de estudio.
· Para qué: Hace alusión a los objetivos.
· Cuando: Remite a la temporalidad.
· Dónde: Plantea la contextualización del estudio, la ubicación geográfica o situacional.
La formulación del título de tesis
Su formulación es de mucha importancia, es el aspecto específico, lo puntual que interesa estudiar de una temática escogida. Aunque que no falta quiénes sugieran que para complementar su propósito se apele a los subtítulos Blaxter y otros (2000), cosa que puede no ser la más indicada porque el título, como título, debe tener capacidad comunicativa suficiente. Esto implica aportar la información necesaria para valorar la naturaleza de la investigación y del contenido del documento, con un sentido de brevedad que lo distingue[1].
En
ese sentido, que es necesario tener en cuenta que dos aspectos que permiten
orientar la elaboración del título de toda propuesta científica -en alusión al
informe-, son el objetivo y la pregunta. Estos dos componentes de la iniciativa
y del desarrollo metodológicos proveen información suficiente, de la que se
abstraen los puntos a tener en cuenta como guías –más no normas–, para la
elaboración del título: qué, acerca de, en quiénes, cuándo y dónde. Es
conveniente advertir que en el título no siempre van a estar todos los
elementos, como lo advierte Hurtado (2010). En tal sentido, los aspectos que deben estar
contenidos o reflejados en el título son el área temática, los eventos de
estudio y el nivel u holotipo de investigación[2].
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