LOS DISEÑOS NO EXPERIMENTALES
No existe demasiado
consenso acerca de cómo se han de clasificar los diseños no experimentales, por
lo que vamos a presentar aquí algunas propuestas.
Kirk (1995) este investigador afirma que la investigación
científica se lleva a cabo con los siguientes objetivos:
·
Explorar
·
Describir o clasificar
·
Establecer relaciones y
·
Establecer causalidad.
A lo largo de los años,
los investigadores han desarrollado una variedad de estrategias de
investigación para alcanzar estos objetivos: el experimento, el
cuasi-experimento, la encuesta, el estudio de casos y la observación natural
(p.5). Más adelante añade otras estrategias de investigación a esta lista: los
estudios ex post facto, los estudios retrospectivos y prospectivos, los
estudios estáticos y longitudinales, y los estudios de series de tiempo y de
sujeto único. Si bien este autor no menciona de forma explícita los diseños no
experimentales, podemos, por exclusión, incluir en esta categoría todas
aquellas estrategias de investigación distintas del experimento y del
cuasi-experimento.
Smith y Davis (2003)[1],
siguiendo la propuesta de Kirk (1995), incluyen bajo la etiqueta de métodos no
experimentales las siguientes estrategias de investigación: métodos
descriptivos -se caracterizan porque se limitan a observar y documentar
diversos aspectos de una situación o de un fenómeno que ocurre de forma natural
(dentro de estos métodos incluyen los estudios de casos y la observación
natural)-; la investigación cualitativa que según Creswell (1998) es un proceso
de indagación para comprender un problema humano o social basado en un
complejo, figura holística formado con palabras, recogiendo opiniones
detalladas de los informantes y llevado a cabo en un ambiente natural (p. 2);
los estudios correlacionales cuyo objetivo es establecer relaciones entre
variables; los estudios ex post facto que se caracterizan porque las variables
que se estudian se seleccionan después de que hayan ocurrido; y las encuestas.
Polit y Hungler (2000) diferencian dentro de los diseños no experimentales entre la investigación correlacional y la investigación descriptiva. La primera se caracteriza porque su objetivo es estudiar las asociaciones entre las variables implicadas en la investigación. Es decir, se interesa en estudiar si las variaciones registradas en una variable se relacionan con las variaciones registradas en otra. La segunda se caracteriza porque se limita a observar un fenómeno que ocurre de forma natural. Dentro de la investigación correlacional se diferencia entre los diseños retrospectivos y los diseños prospectivos. Los primeros son investigaciones en las que un determinado fenómeno actual se vincula con otros cuya incidencia tuvo lugar antes del inicio del estudio. Esto quiere decir que el investigador centra su atención en un resultado presente e intenta arrojar luz sobre los antecedentes que lo han causado. Muchos estudios epidemiológicos e investigaciones médicas tienen carácter retrospectivo. Los diseños prospectivos[2], por su parte, se inician con el registro de los presuntos factores causales y prosiguen a lo largo del tiempo hasta producirse el efecto esperado. En general, los estudios prospectivos son más costosos que los estudios retrospectivos, y ésta es la razón por la que se utilizan con menos frecuencia.
[1] Smith, R. A. y Davis, S. F. (2003). El psicólogo
como detective: Una introducción a la realización de investigaciones en
psicología (3ra. ed.). Barcelona: NJ Pearson, p. 238.
[2]
Polit, D. F. y Hungler, B. P. (2000). Investigación
científica en ciencias de la salud (6ª ed.) Mexico: McGraw-Hill, p.
86.
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