martes, 27 de agosto de 2013

ELABORACION DEL MARCO TEORICO

En una investigación no existe un consenso sobre los pasos a seguir en el desarrollo del marco teórico, sin embargo, presentamos la postura de Neupert (1995)[1] quien propone seguir los siguientes pasos:

Paso 1: Identificar los elementos teóricos para fundamentar el problema. Sobre la base del problema y los objetivos se identifican los elementos, factores y aspectos pertinentes para fundamentar el problema. Del proceso de revisión de literatura se extraen resultados de las diferentes teorías, investigaciones y datos estadísticos, que a juicio del investigador estén relacionados con el problema y sus objetivos, es decir; conocimiento del tema de estudio.

Paso 2: Seleccionar las variables principales, es decir, los elementos más importantes para el estudio del problema de investigación. Sobre la base del problema y los objetivos, planteados en el Paso 1, se seleccionan la variable central y las variables secundarias. La variable central se refiere básicamente al problema y constituye la variable dependiente; Las variables secundarias son aquellas que ayudan a explicar y analizar el problema y se denominan variables independientes.

Paso 3: Identificar las relaciones entre las variables y enunciar las hipótesis. Una vez seleccionadas las variables principales, en el Paso 2, es necesario postular las hipótesis y describir las relaciones entre variables identificadas; Estas hipótesis contienen suposiciones, proposiciones, explicaciones y repuestas a hechos y fenómenos del problema.

Paso 4: Esquematizar las relaciones entre variables. Una vez seleccionadas y enunciadas las relaciones de las variables de interés, en el Paso 3, es necesaria la construcción del esquema de relaciones; esto ayuda al investigador a tener una visión de conjunto de las relaciones, y facilita la elaboración del marco teórico. Este paso puede ser incluido si contribuye a aclarar el marco teórico.

Paso 5: Elaborar el marco teórico. Aquí se debe organizar el material para la elaboración del marco teórico; describiendo el problema y los elementos teóricos relativos al mismo. Luego se procede a explicar ampliamente la relación planteada en la hipótesis.



[1] Neupert, R. (1995) Metodología de la investigación. Ed. 2da. Colombia, Mc Graw Hill, p, 246. 

Funciones del Marco Teórico

El marco teórico cumple diversas funciones dentro de una investigación, aquí presentamos desde la postura que destacan Hernández, et, al. (2003)[1] son los siguientes:

Ayudan a prevenir errores que se han cometido en otros estudios.

Orienta sobre como habrá de realizarse el estudio.

Amplia el horizonte del estudio o guía al investigador para que se centre en su problema, evitando desviaciones del planteamiento original. En el caso de estudios cualitativos, en las cuales no se pretende establecer primero el problema de estudio, ni centrase en un planeamiento en particular ni delimitarlo, el marco teórico puede servir para expandir nuestro panorama y darnos ideas de cómo concebir la investigación desde diversos puntos de vista.

Conduce al establecimiento de hipótesis o afirmaciones que más tarde habrán de someterse a prueba de la realidad. O bien, nos ayuda a no establecerlas por razones bien fundamentadas.

Inspira nuevas líneas y áreas de investigación.

Provee de un marco de referencia para interpretar los resultados de estudio.

Por otro lado, Tamayo (2012) considera cuatro funciones que cumplen el marco teórico y son las siguientes:

Delimitar el área de la investigación: es decir, seleccionar hechos conectados entre sí, mediante una teoría que dé respuesta al problema formulado.

Sugerir guías de investigación: en la elaboración del marco teórico pueden verse nuevas alternativas de enfoque para tratar el problema; puede cuestionar el problema. El marco teórico como guía de investigación tiene relación con la delimitación del problema.

Compendiar conocimientos existentes en el área que se va a investigar: sirve de corriente principal en la cual va a aparecer la confirmación de las investigaciones.

Expresar proposiciones teóricas generales, postulados, marcos de referencia, lo que van a servir como base para formular hipótesis, operacionalizar variables, esbozar teorías de técnicas y procedimientos a seguir.

Otra visión corresponde a Daros (2002) quién considera cuatro funciones importantes de marco teórico:

Posibilita describir los problemas: Algo es problema cuando entra en conflicto con lo que se esperaba que sucediera, de acuerdo a la teoría previa. Dado que la teoría previa no parece explicar el problema, urge inventar otra. El marco teórico es un marco referencial, porque el problema tiene sentido en referencia a una teoría.

Es un instrumento fundamental para el análisis de los problemas: con una teoría se pueden explicar muchas teorías semejantes, es posible que varias teorías expliquen el mismo problema. En estos casos se adoptan una de ellas.

Da sentido a los hechos o fenómenos y orienta la organización de los mismos: lo que es un hecho en una teoría puede no ser el mismo en otra. Ejemplo: la Tierra no es planeta en la teoría geocéntrica y lo es en heliocéntrica.

Es el eje integrador de todo el proceso de investigación: sin el marco teórico "no tiene sentido el problema ni se puede proceder a elaborar un diseño metodológico por el cual probar las hipótesis"[2].



[1] Hernández, et, al. Metodología de la Investigación. México: Mc Graw Hill, 2010, p. 65.

[2] Daros, W. ¿Qué es un marco teórico? Editado en Enfoques, 2002, pp. 73-112. 

FUNCIÓN DE LAS TEORÍAS EN EL MARCO TEÓRICO

FUNCIÓN DE LAS TEORÍAS EN EL MARCO TEÓRICO

Según los conocedores del tema, son las siguientes:

·         La función más importante de una teoría es explicar; decir el por qué, cómo y cuándo ocurre un fenómeno.

·         Otra función de la teoría es sistematizar o dar orden al conocimiento sobre un fenómeno o realidad que muchas veces es disperso y no se encuentra organizado.

·         Otra función de la teoría asociada con la explicación es la de predecir: hacer inferencias a futuro sobre cómo se va a manifestar un fenómeno, dadas ciertas condiciones.
Ahora bien, cabe preguntar ¿cuáles son los criterios para evaluar una teoría?, entre los más comunes son:

Capacidad de descripción, explicación y predicción.

Una teoría según Fernan y Levin (1990) debe ser capaz de describir y explicar el fenómeno al que hace referencia. Describir implica varias cuestiones como: definir el fenómeno, sus características y componentes y definir las condiciones en que se presenta y las distintas maneras en que pueden manifestarse, mientras que la explicación tiene dos acepciones[1].

A.   Explicar: significa incrementar el entendimiento de las causas del fenómeno.

B.   Predecir: que exista evidencia empírica que apoye a la teoría y prediga el fenómeno.

La predicción está asociada a este segundo significado de explicación y depende de la evidencia empírica de las proposiciones de la teoría es importante recalcar que en cuanta más evidencia empírica apoye a la teoría, mejor podrá ésta describir, explicar y predecir el fenómeno estudiado por ella.






[1] Ferman, G. S. y Levin, J. (1990) Investigación en Ciencias Sociales. México: Edit. Limusa

viernes, 23 de agosto de 2013

CRITERIOS PARA ESCOGER TEMA DE INVESTIGACIÓN DE TESIS

   

Criterios para generar ideas en la investigación

Danhke[2] señala que son diversos criterios que los inventores célebres han sugerido para generar ideas de investigación productivas, entre las cuales destacan:

·         Las buenas ideas intrigan, alimentan y excitan al investigador de manera personal. Al elegir un tema de estudio, concretamente una idea, es primordial que resulte atrayente. No hay nada más aburrido que trabajar en algo que no nos interese. En la medida en que la idea estimule y motive al investigador, éste se acoplará más en la investigación y tendrá una mayor voluntad para esquivar los obstáculos que se le presenten.

·         Las buenas ideas de investigación no son necesariamente nuevas pero sí novedosas. Pues bien, en muchas ocasiones es necesario actualizar o adaptar los planteamientos derivados de investigaciones realizados en contextos diferentes, o a través de nuevos caminos.

·         Las buenas ideas de investigación pueden servir para elaborar teorías y la solución de problemas. De hecho, una buena idea puede conducir a una investigación que ayude a formular, integrar o probar una teoría o a iniciar otros estudios que aunados a una investigación, logren constituir una teoría, también generar nuevos métodos de recolectar y analizar datos. 

·         Generalmente, las ideas que son vagas o amplias, deben traducirse en problemas más concreto de la investigación. Y esto se logra mediante la revisión bibliográfica que se refiere a la idea que se desarrolla.    
Por lo tanto, nuestro aporte en este ítem radica en sugerirlos a los nuevos investigadores en tomar en cuenta: cuando una persona anhele realizar una investigación y en especial el trabajo de grado, su mayor preocupación e inquietud es determinar el tema a investigar. Esta decisión está establecida por algunas situaciones que intervienen notoriamente en el investigador.
Al respecto planteamos algunas interrogantes tales como:

·         ¿Se cuenta con el tiempo suficiente para desarrollarlo?
·         ¿Posee los recursos necesarios para realizarlo?
·         ¿El tema es de interés?
·         ¿Existe información sobre el mismo?
·         ¿Quién o en dónde se puede encontrar la información?
·         ¿Qué resultados personales y generales traerá el desarrollo de esa investigación?

Ahora bien, encontrando respuesta a los interrogantes arriba mencionados pueden continuar a la selección del tema a través de la observación directa de la realidad que se quiere investigar y la consulta bibliográfica respectiva del tema propuesto.

Cabe precisar que, esta última puede referirse no sólo a textos, revistas y/o documentos especializados, sino que también vale la pena remitirse a las tesis, tesinas que tengan relación con el tema planteado. Del mismo modo, es necesario establecer las actividades y los recursos necesarios para realizar la investigación.

Lo importante es visualizar las etapas claves de la obtención de la información y los pasos obligatorios para llegar al objetivo propuesto y las dificultades que puedan presentarse, a fin de buscar la solución, antes que obstaculicen el tema de estudio.

En consecuencia, al reflexionar sobre el tema afirmamos que la persona que comprende la importancia que tiene para él la ejecución de un trabajo científico, no tendrá dificultad de encontrar para su investigación un tema apropiado, recuerden que no hay temas “malos” de investigación sino temas que no tienen claridad, ni conceptualización definida en la definición del tema de investigación.



[2] Danhke, G. (1989) Investigación y Comunicación, en C. Fernandez-Collado y Danhke G. L. (comps.) La Comunicación humana: Ciencia Social, México: McGraw-Hill.

PRINCIPALES MÉTODOS CIENTÍFICOS

PRINCIPALES MÉTODOS CIENTÍFICOS

Por lo general, aunque todas las ciencias utilizan una diversidad de métodos científicos, el objeto material -parcela de la realidad que se trata de conocer- y el objeto formal -óptica desde la que se emprende su conocimiento- de cada disciplina científica suelen primar el empleo de alguno de ellos sobre los demás. En virtud de lo expuesto consideramos desarrollar los principales métodos científicos empleados, tales como:

1.      El Método Descriptivo

Radica en efectuar una exposición narrativa, gráfica, lo más exhaustiva y detallada posible de la realidad que se estudia. Ahora bien, el objetivo de este método es disponer de un conocimiento inicial de la realidad tal y como se desprende de la observación directa que realiza el analista y del conocimiento que ha adquirido por medio del estudio o la lectura de las informaciones aportadas por otros investigadores. En efecto se trata de un método cuyo propósito es presentar y obtener, con el máximo exactitud o rigor posible, la información sobre una realidad de acuerdo con ciertos criterios establecidas anteladamente por cada ciencia (espacio, tiempo, características funcionales, características formales, efectos producidos, etcétera).

De acuerdo con este propósito, el método en mención nos debe aportar información interpretada y rigurosa de acuerdo a los criterios establecidos por cada disciplina científica. Ello implica que no basta con la información bruta y, ni siquiera con la información ordenada. Puesto que el rigor requerido por este método presupone conseguir toda la información necesaria sobre el fenómeno que se estudia, pero sólo esa información. La sobreabundancia de información sobre un fenómeno no avala un mayor rigor, sólo un mayor trabajo.

Cabe precisar que el método descriptivo exige la interpretación de la información de acuerdo con ciertos requisitos o exigencias propios del objeto material o formal de la disciplina científica en cuyo seno realizamos los estudios. Esta interpretación, aunque es subjetiva, no es en absoluto arbitraria, puesto que debe ser coherente con los hechos, conforme como se presentan en la realidad o en la información obtenida, y consistente con los requerimientos de la disciplina.

2.      El Método Analítico

Este método parte del conocimiento general de una realidad para realizar la distinción, clasificación y conocimiento de los diferentes elementos principales que forman parte de ella y de las relaciones que mantienen entre sí. Se basa en el supuesto de que el todo permite explicar y conocer las características de cada una de sus partes y de las relaciones que existen entre ellas. De modo que esto presupone que en el proceso de descomposición del todo en sus partes la pérdida de información no es fundamental, pero esta presunción no es del todo correcta. Con frecuencia, existe una pérdida de información fundamental con referente a los elementos dinámicos de la realidad, pues estos no siempre se pueden desagregar sin afectar a la forma en que se producen las variaciones a lo largo del tiempo –dinámica- y en todo caso, el modo en que se lleva a cabo la desagregación está directamente condicionado por los criterios de periodificación  -medición del tiempo- que hayamos adoptado[1].

Bajo esta óptica el uso del método analítico resulta indispensable para poder aplicar, con posterioridad, el método comparativo. Por otro lado, el empleo de este método nos permite revelar las importantes relaciones de causalidad que existen entre los sucesos o variables de la realidad estudiada. Se convierte así en un método primordial para toda investigación científica o académica e indispensable para poder realizar dos de las operaciones teóricas más fundamentales: la conceptualización y la clasificación.

3.      EL Método Comparativo

Es el método mediante el cual se realiza una contrastación entre los principales elementos (constantes, variables y relaciones) de la realidad que se investiga con los de otras realidades similares ya conocidas. Este método exige a manifestar tanto las semejanzas -búsqueda analógica- como las diferencias -búsqueda diferenciadora- y entre estas últimas adquieren especial relevancia las oposiciones -búsqueda antagónica-. El empleo del método comparativo nos admite diferenciar entre los sucesos o variables que se repiten en varias realidades internacionales diferentes y, por ende, que poseen un carácter de generalidad y aquellos otros que son exclusivos de cada una de ellas y sólo podemos considerarlos desde su peculiaridad.

A través de la distinción entre los elementos comunes y los particulares podemos deducir aquellos fenómenos que establecen las causas originarias de los que simplemente son causas intervinientes o simples elementos circunstanciales, característicos de una determinada realidad internacional pero irrelevantes para la formulación de leyes científicas con carácter de generalidad.

En consecuencia, gracias al uso de este método podemos expresar de un modo sencillo qué elementos de la realidad cumplen las condiciones de necesidad y suficiencia, pues deben pertenecer exclusivamente a la categoría de los elementos comunes, limitándonos el campo de los fenómenos susceptibles de ser considerados como causas originarias y con ello las hipótesis básicas que podemos formular como fundamento del estudio.

4.      El Método Sintético

Este método es opuesto al analítico, puesto que parte del conocimiento de varios elementos de una realidad y de las relaciones que los unen para tratar de lograr el conocimiento general y completo de dicha realidad. Descansa en la idea de que el todo puede ser comprendido y explicado mediante la conjunción del conocimiento de sus partes. Ello nos facilita el conocimiento tanto de la estructura y dinámica internas de la realidad internacional como un todo, mediante los sucesos o variables esenciales. Sin embargo, el uso de este método resulta mucho más difícil que el del método analítico, puesto que exige el recurso previo al método comparativo para poder desentrañar las causas originarias y diferenciarlas de las causas intervinientes, de las simples circunstancias y de los propios efectos.

Impone también el conocimiento y diferenciación entre los elementos estructurales y los coyunturales, precisamente porque del empleo del método sintético debe derivarse una reconstrucción simplificada pero suficiente de la realidad que permita una explicación y explicación de esa realidad tanto desde una óptica estática como dinámica y tanto a corto, como a medio y largo plazo. Por esta razón, el empleo de este método resulta indispensable para la formulación de modelos teóricos y su traducción a programas de simulación.

5.      El Método Inductivo o Inferencia Inductiva

Este método consiste en observar, conocer y conocer las características generales o regulares que se aprecian en una diversidad de hechos o realidades para formular, a partir de ellas, una proposición o ley científica de carácter general. En la inducción el razonamiento es, evidentemente, ascendente desde lo particular o singular a lo general. Se suele aseverar que la inferencia inductiva es un razonamiento orientado hacia el fin. Como podemos apreciar fácilmente, la inducción no es más que una consecuencia metodológica y lógica de la utilización del método comparativo. Más exactamente, es el procedimiento mediante el cual se diferencian las causas originarias de las restantes causas intervinientes, a partir de la comparación entre una amplia diversidad de realidades, para poder inferir la formulación de una ley o proposición científica. Se trata de discernir, por comparación analógica, una regularidad o repetición en las relaciones de causalidad existentes en numerosos fenómenos similares, aunque distintos entre sí, estableciendo luego por cualquiera de los procedimientos de inferencia existentes, principalmente la inferencia matemática de la que forma parte la inferencia estadística, la formulación de la proposición general o ley científica.

6.      El Método Deductivo o Inferencia Deductiva

Esto radica en la determinación de las características o enunciados de la realidad particular que se estudia por derivación o consecuencia de las características o enunciados contenidos en proposiciones o leyes científicas de carácter general formuladas previamente. La deducción trata de derivar las consecuencias particulares o singulares de las premisas o conclusiones generales establecidas y aceptadas. En realidad, el método deductivo sólo es aplicable una vez se comprueba que el fenómeno o suceso particular que estamos investigando pertenece a la categoría de fenómenos o sucesos contemplados por la ley científica general. Parecida comprobación exige el empleo previo de los métodos descriptivo, analítico y comparativo, porque sólo gracias a ellos podemos establecer la analogía o correspondencia lógica y fenomenológica entre ley y suceso, sin que por ello podamos llegar a tener una certeza definitiva a cerca de la validez que la ley científica tendrá respecto del próximo suceso particular.

En consecuencia, ninguno de ambos métodos (inductivo o deductivo) nos puede dar una certeza absoluta y universal sobre la validez de las formulaciones teóricas que alcanzamos mediante su empleo. Como señala Morín: "La mayor aportación del conocimiento de la centuria pasada ha sido el conocimiento de los límites del conocimiento. La mayor certidumbre que nos ha dado es la de la imposibilidad de eliminar ciertas incertidumbres, no sólo en la acción sino también en el conocimiento"[2].

Sin embargo, tampoco las certezas absolutas o universales son necesarias para considerar una investigación verdaderamente científica, pues basta con que nos aporten certezas relativas –probabilidades- pero suficientemente generalizadas sobre la validez de las conclusiones o formulaciones teóricas que nos permiten alcanzar.

7.      El Método Dialéctico o Inferencia Contradictorio-Sintetizadora

El método o razonamiento dialéctico no debe confundirse con el materialismo dialéctico marxista. Consiste en descubrir las contradicciones o antagonismos que existen entre los diversos elementos que forman parte de la realidad investigada para conocer las proposiciones o leyes que explican la dinámica de esa realidad y poder deducir las posibilidades y formas en que producirá el cambio a otra realidad superadora[3].

El método dialéctico, al igual que los dos anteriores, presupone que en la realidad existen una serie de condiciones que, científicamente, nunca se han llegado a demostrar, lo que significa que son metas científicas. Básicamente podemos reducirlas a las siguientes:

·         La realidad además de dinámica es también evolutiva.

·         Las contradicciones son el motor del cambio de la realidad.

·         La síntesis entre las contradicciones no sólo es posible sino inevitable.

·         La propia relación entre la realidad y el conocimiento teórico de la misma está sometida a dialéctica.

En sentido estricto, el método dialéctico es más una forma singular de razonamiento que un método científico propiamente dicho. En otras palabras, es mucho más que un método científico, es más bien una actitud mental del investigador.



[1] En estadística, este efecto del tiempo sobre una variable se intenta determinar mediante la desestacionalización en los análisis de series temporales. Véase Pulido, A. y Santos, J. (1998). Estadística aplicada para ordenadores personales. Madrid: Edit. Ediciones Pirámide, pp. 175-197.

[2] Morin, E. (1999). La tête bien faite. Repenser la réforme. Réformer la pensée.- Edit. Editions du Seuil. París, (traducción de Mª José Buxó-Dulce Montesinos. (2000) La mente bien ordenada. Barcelona: Edit. Seix Barral, pp. 71-72.

[3] Morin señala como uno de los siete principios-guía del pensamiento el dialógico, al que describe del siguiente modo: "Une dos principios o nociones que deben excluirse mutuamente, pero que son indisociables en una misma realidad. (...) La dialógica permite asumir racionalmente la inseparabilidad de unas nociones contradictorias para concebir un mismo fenómeno complejo” Aunque el método dialéctico que señalamos incluye el principio dialógico de Morin, su ámbito de aplicación es más amplio, pues incluye la propia dialéctica imperante entre el pensamiento y la realidad y no sólo la que se encuentra inserta en esta última. Morin, E. (1999) La mente... op. cit., p. 126.

CARACTERISTICAS DE LA CIENCIA

CARACTERISTICAS DE LA CIENCIA

Para determinar si una disciplina es ciencia es importante analizar sobre la base de las características de la ciencia, con tal fin presentamos algunas de ellas y son:

a.    Predictiva: No solo se queda en la información obtenida por medio de la experiencia, sino que trata de figurar una idea de cómo fue el pasado, y tratar de predecir cómo será el futuro.

b.    Explicativa: La ciencia trata de explicar los nuevos conocimientos a través de leyes universales ya establecidas, dejando en claro todo tanto en lo experimental como en lo teórico.

c.    Sistemática: Recopila la información utilizando métodos y técnicas, que nos permiten organizarla de manera que podamos obtener resultados encontrados.

d.    Metódica: Los científicos no generan los nuevos conocimientos con suerte, planean de forma detallada y organizada la forma como obtendrán lo que están buscando.

e.    Verificable: No solo se queda en el campo teórico, sino que se pueden comprobar nuevas hipótesis mediante la práctica experimental.

f.     Especializada: La ciencia como tal, abarca muchos temas de estudio, sin embargo, al momento de crear nuevas hipótesis, leyes o conocimientos científicos, se concentran en temas específicos.

g.    Es legal: busca leyes de la naturaleza y de la cultura y las aplica. En la medida en que la ciencia es legal, es esencialista e intenta llegar a la raíz de las cosas. Cabe precisar que el objeto de la ciencia en relación a su campo de actuación es: analizar, explicar, predecir y actuar.

DEFINICIÓN DE LA CIENCIA

CONCEPTO DE LA CIENCIA

Se entiende que la ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales.

En tal sentido, según Torres (2007) la ciencia es un sistema de conceptos teóricos debidamente sistematizados, jerarquizados y ordenados que explica los fenómenos externos e internos y las leyes universales como: causalidad, interacción de la esencia, transición recíproca de los cambios cualitativos-cuantitativos, unidad de lucha de contrarios, negación de la negación entre otros[1]. Entonces la ciencia es una unidad orgánica del saber que surge por la exigencia social y está sujeta  a las leyes de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Otra postura sobre la ciencia corresponde a James B. Conant[2] es importante destacar la óptica de éste, pues sostiene que existe dos enfoques: el estático y dinámico.
·         Enfoque estático: desde esta posición la ciencia en un cuerpo sistematizado de información que incluye principios, normas y teorías. De allí surge la labor del investigador revelar y manifestar hechos y agregarlos al conjunto de información ya existente. Cabe precisar que este enfoque permite hacer un alto en la investigación para hacer una lectura sistémica hasta lo actualmente descubierto y definido. 

·         Enfoque dinámico: esta considera a la ciencia como un proceso abierto, donde las verdades se relativicen, debido a que los permanentes descubrimientos de las cosas, hacen que las definiciones de éstas se mejoren y perfeccionen.
Sin embargo, en ambos enfoques permiten definir mejor a la ciencia, pero en torno a ésta, surgen una serie de versiones que son motivo de discusión y debate. Se presume que la ciencia no solo responde  a una perspectiva positivista de la realidad[3]. Donde aparentemente que las ciencias exactas son mucho más fáciles de interpretar que las ciencias humanas. Pese que el hombre hace la ciencia, por ello es que el hombre con su gran creatividad genera contenidos altamente competitivos y que en términos de resultados podríamos de calificar de eficiente.  

Por  otro lado, hay que ver a la ciencia y a la tecnología no como una panacea de los demás, sino solamente  como una parte de las actividades creadoras del proceso histórico de la humanidad. La idea científica que se dedica únicamente a producir un mundo material más perfecto justamente es una ficción. Si se considera los avances científicos en la actualidad, en muchos países se observa una falta de interés en el desarrollo autónomo de la ciencia, especialmente aquellas que están relacionadas con los campos o áreas de verdadera creación científica. 

En consecuencia, la ciencia es una amplísima búsqueda, la apertura hacia el futuro o hacia nuevas maneras de comprender la realidad. El meollo del concepto científico está precisamente en la actitud abierta hacia la posibilidad de encontrar nuevas soluciones para los nuevos problemas o preexistentes en todo el proceso de transformación que sufre la sociedad.




[1] Torres Bardales, C. (2007) Orientaciones Básicas de Metodología de Investigación Científica. Lima: novena edición. P. 53.
[2] James B. Conant. Citada en  Namakforoosh, M. (2003) Metodología de la investigación. 2da. Edición. México: Limusa. P. 45.
[3] Op., cit. P. 47

ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO


ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Es el proceso generado por la ciencia, mediante el cual se usan experimentos para contestar interrogantes.

Para Tamayo (2012) conocer es enfrentar a la realidad; todo conocimiento es necesariamente una relación en la cual aparecen dos elementos relacionados entre sí;  uno cognoscente[1], por un lado llamado sujeto, por el otro llamado objeto. Esta relación implica una actividad en el sujeto, la de aprehender el objeto, y la del objeto es simplemente la de ser aprehendido por el sujeto[2].

Bajo la perspectiva de este autor el sujeto es quien determina la relación con el objeto y, por tanto, esa actividad de conocer, y pueden entrar en relación con el objeto de formas diferentes, lo cual hace que la actividad de conocer oscile  entre el conocimiento vulgar y el conocimiento científico. Entonces quizás, el conocimiento vulgar conduce a ver el objeto, a entender sin más, sin embargo el conocimiento científico  permite ver la realidad lo que otros no tuvieron la suerte de ver; en efecto, el conocimiento científico se apoya en el método y la investigación.

En tal sentido el conocimiento científico es una de las representaciones que tiene el hombre para otorgarle un significado con sentido a  nuestra realidad. De manera que cuando analizamos qué hace el hombre de ciencia para llegar a interpretar  los fenómenos de la realidad nos encontramos en su forma de producir su conocimiento de la siguiente forma:
El hombre observa, descubre, explica y predice al conocimiento sistemático de la realidad.
Otro punto de vista al respecto es de Alarcón (1991) señala que los conocimientos que integran una ciencia se logran mediante la incorporación sistemática de la investigación científica. Arguye que Descartes advertía que si ignoramos algo de todo lo que podamos saber, significa que no hemos descubierto nunca algún medio que pueda conducirnos a tal conocimiento[3].

De tales definiciones se entiende por conocimiento científico, el que se obtiene mediante la utilización de un conjunto de procedimientos especialmente diseñados con ese objetivo particular, y al que, como ha sido planeado, algunos autores denominan método científico.  De manera que éste surge cuando el conocimiento ordinario deja de solucionar los problemas planteados a partir de las respuestas simples que ofrecía, por el mismo hecho de que los problemas a resolver se volvían cada vez más complejos, llegando inclusive a dejarse de plantear problemas en algunos campos.  Sin embargo, existen otras posturas al respecto como de Velásquez y Rey (2002) sostienen que el conocimiento científico surge como una consecuencia directa del conocimiento ordinario y el razonamiento especulativo. De ahí que las primeras disciplinas científicas tengan una relación directa con las necesidades e inquietudes primordiales del hombre y se vinculan estrechamente con la agricultura y la magia, es decir con la técnica. De esta manera, surgen las matemáticas, la astronomía, los primeros atisbos de la medicina y otros[4].

Entonces, el objetivo de la ciencia consiste en la interpretación de la realidad y en su transformación, en el dominio progresivo del campo de lo conocido sobre de lo desconocido. Este dominio no se restringe a una simple descripción de lo existente sino que va más allá, a la comprensión del mundo con ayuda de las teorías científicas entendidas éstas como un sistema  de conocimientos compuestos por leyes científicas, principios, teorías y conceptos.




[1] Un sujeto cognoscente es "la persona que conoce", aquél que realiza la actividad del conocimiento. Es el que capta algo, el que se posesiona con su mente de las características de un ser. Las facultades cognoscitivas (ojos, oídos, entendimiento, etc.) posibilitan que haya alguien que se dé cuenta de lo que pasa alrededor de él. Ese centro del conocimiento es el sujeto cognoscente.
[2] Tamayo y Tamayo, M. (2012) El Proceso de la Investigación Científica. México: editorial Limusa. P. 15.
[3] Alarcón, R. (1991) Método y diseños de investigación del comportamientos. UPCH. Lima. P. 27.
[4] Velázquez, A. y Rey, N. (2002) Metodología de la investigación científica. Lima: Editorial San Marcos. P. 23.  

sábado, 17 de agosto de 2013

REPRESENTATIVIDAD DE LA MUESTRA

REPRESENTAIVIDAD DE LA MUESTRA

Al reflexionar sobre tema afirmamos, que uno de los problemas elementales que se le presenta al investigador referente con el muestreo consiste en saber si el grupo designado es verdaderamente representativo del conjunto; para que lo sea, los rasgos de los elementos o individuos elegidos para la muestra deben ser similares a los de toda la población (Marín Ibáñez, 1990).

La característica más trascendente de una muestra es la representatividad. Puesto que el muestreo obtiene todo su sentido en tanto que garantiza que las características que se quieren observar en la población quedan expresadas apropiadamente en la muestra. De manera que, generalizar a la población desde la muestra sólo está justificado si ésta representa realmente a la población. Preservar la representatividad es el atributo más importante que debe reunir el muestreo, lo que nos permitirá generalizar a la población los resultados obtenidos en la muestra[1]

Otra perspectiva sobre el tema es de Fox (1990), quien señala que para lograr la representatividad se requiere lo siguiente:

a. Conocer qué características (variables) están relacionadas con el problema que se estudia.

b.  Capacidad para medir esas variables.

c.  Poseer datos de la población sobre estas características o variables para usarlos como variable de comparación. 

El mismo autor enfatiza que si no se cumple alguna de estas condiciones, para algunas de las características, se pierde la capacidad de buscar deliberadamente la representatividad en cuanto a ella. En virtud de lo sostenido, afirmamos que la selección aleatoria de la muestra garantiza la ausencia de sesgo en el proceso de selección de la misma, ayuda a garantizar su representatividad, sin embargo, esta circunstancia no es garantía total para que estemos seguros de que la muestra al azar es representativa de la población de la que se ha extraído (Kerlinger, 1985). Se espera que sea representativa de las características relevantes de la población, pero pudiera no serlo. Lo normal es que lo sea, ya que lo típico, lo representativo de la población, es lo que aparece con más frecuencia, pero no hay seguridad total. El muestreo estratificado proporcional asegura, en cambio, la representatividad en cuanto a una o dos características (Jiménez Fernández, 1983).

El factor del impacto según Fox (1990) que otra forma de examinar el problema de la representatividad de la muestra consiste en distinguir entre la muestra invitada, la muestra aceptante y la muestra productora de datos. La primera corresponde al conjunto de individuos “invitados” del conjunto de la población, la segunda hace referencia al grupo de individuos que aceptan participar y la muestra productora de datos coincide con la muestra real del estudio. Si se poseen datos sobre la población se pueden comparar con ellos la muestra invitada o la aceptante y, mediante algún contraste de significación adecuado (por ejemplo, chi-cuadrado), determinar si difieren de ella en las características que interesa en una investigación dada. Si el contraste indica que no hay diferencias significativas en las variables consideradas, se puede admitir la representatividad de la muestra para las características en cuestión, pero nada se puede afirmar sobre la representatividad de la muestra respecto de cualquier otra variable

Ahora bien, si en caso, no se ha logrado representatividad en una o varias variables, el investigador tiene dos opciones:

  • Trabajar con la muestra no representativa y contar con ese límite.
  • Seleccionar más elementos de la población, con la esperanza de que una muestra mayor sí sea representativa, aunque el estudio tenga una muestra mayor de buscada inicialmente.

Finalmente, es preciso preguntarse qué pérdida puede tolerarse desde la selección de la muestra inicial hasta llegar a la que proporciona los datos. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que se tiene constancia probada de que las personas que no responden tienen opiniones o patrones de conducta distintos de las que responden; y que el porcentaje de la pérdida también depende, para su representatividad, de cómo se distribuyan las respuestas en las diferentes categorías de la variable. No es igual un 48% de “sí” y un 52% de “no” ante determinada pregunta que un 16% y un 84%[2]. En cualquier caso, no existe una única respuesta cuantitativa. Se suele considerar que una pérdida del 25% debe preocupar, aun cuando no existan diferencias estadísticamente significativas; cuando sea inferior al 50% -se debe leer y escribir con cuidado-; y cuando la proporción es menor del 40% no se deberían dar a conocer los datos, ni considerarlos como conclusiones válidas. Son útiles como estudios pilotos, pero no se pueden aceptar sin hacer un estudio posterior más exhaustivo[3].



[1] La Torre, A.; Rincón, D. y Arnal, J. (2003). Bases Metodológicas de la Investigación Educativa. Barcelona: Experiencia S.L., p. 82.

[2] Jiménez, C. (1983). Población y muestra. El muestreo. Madrid. UNED, p. 249.

[3] La Torre, A.; Rincón, D. y Arnal, J. (2003). op. cit, p. 83.

 

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