martes, 17 de enero de 2017

LOS OBSTÁCULOS PARA LA ESCRITURA DE UNA TESIS

Cuando leemos un libro, artículo, una revista, tenemos la idea del enfoque del autor. En primer lugar, el editor del libro o la revista ha pasado por ahí, el revisor lingüístico ha sugerido las correcciones y pide aclaraciones sin que esto salte a la vista en el texto. Como sugiere Gómez et al. Se debe también contar con los evaluadores que han estimado el manuscrito y proponen, a veces exigen, modificaciones. En efecto, el texto final está lejos con frecuencia de la primera versión entregada. Dicho esto, es raro que un autor no encuentre nunca dificultad en la escritura: para la mayoría, escribir es una tarea más o menos angustiante, ocasionalmente fácil, pero siempre gratificante[1].

a.    Los bloqueos emotivos

Este tipo de bloqueos son los obstáculos más espantosos de todo tesista, porque son aquellos que el redactor mismo se crea antes de escribir una línea. Son esas trabas interiores que se deben superar regularmente, aunque algunos continúan renaciendo. Por ejemplo, un profesor de Metodología de Investigación, nos comentaba que después de escribir la versión final de un artículo, tenía como regla de no releer hasta que se publique, porque si cada vez que releía dicho artículo, encontraba errores y se auto reprendía “que bestia soy como no me di cuenta”. El mencionado profesor creía carecer de inspiración. Sin embargo, si él hubiera releído regularmente, no solo se habría dado cuenta que, periódicamente, un mismo sentimiento de depresión la animaba, sino que también terminaba siempre encontrando la inspiración.    

En otro escenario, los estudiantes que comienza su investigación de tesis encuentran dificultades parecidas. En efecto, cualquier asesor de tesis no demora en darse cuenta de que no basta ofrecer un apoyo técnico y metodológico a los estudiantes que dirige; con mucha frecuencia, debe ayudarlos también a superar los obstáculos emotivos que pueden atrasar todo el proceso.

En ese sentido, algunos entendidos en la materia, señalan que en la escritura descuidamos la influencia de la experiencia de nuestros estudios de nivel primario o secundario. (Rudestan y Newton, 2001, citado por Gómez et al) advierte que usualmente, los alumnos son animados a distanciarse de su experiencia y a describir una realidad que les es extranjera. En estas condiciones, la escritura puede fácilmente ser relacionada con una actividad fastidiosa donde el alumno se siente inadecuado, incapaz de sacar algo de lo que está en el corazón de su existencia. La revisión de las experiencias educativas más corrientes presenta la escritura alrededor de estas creencias:

·         No es conveniente escribir sus propias ideas.

·      Escribir es una actividad ante todo fastidiosa que consiste en repetir sus ideas y las de los otros.

·       Lo que ha sido escrito será leído minuciosamente por los evaluadores en primer lugar y ante todo para la búsqueda de los errores.

Después de estas experiencias tan frecuentemente probadas en el sistema universitario no debe sorprender que muchos estudiantes se encuentren estancados frente a la hoja en blanco. Son ambivalentes: una parte misma de ellos quiere escribir y otra los arrastra hacia las distracciones, llevándolos a realizar más tarde lo que debería ser escrito hoy. Como la redacción de una tesis implica una parte de trabajo solitario, es fácil caer en la tentación de la diversión. Y las preocupaciones no faltan, atractivas las unas como las otras, reales o imaginarias. Si se cede, la redacción no avanza, lo que aumenta la ansiedad[2].

b.    Los bloqueos asociados a la tesis misma 

Otra categoría de obstáculos está relacionada con la tarea misma: redactar una tesis. Una vez más, la redacción de la tesis se extiende por varios años: en consecuencia, es necesaria la perseverancia y una buena organización desde todo punto de vista: para comenzar, un buen espacio para trabajar. Es muy útil tener un lugar donde las condiciones esenciales estén a la mano. Si es necesario, se debe prever utilizar las paredes para fijar el calendario de las tareas por hacer o un plan razonable del tiempo para trabajar, constancia, y apoyo de los otros. He ahí algunos ingredientes determinantes. Desde esta perspectiva, es necesario informar a sus allegados del avance de sus trabajos… ¡no son interminables! Por lo que estimados tesistas, la llave del éxito residirá en su capacidad de resolver estos problemas concretos de organización, y no solamente los dilemas teóricos. Redactar una tesis es más que escribir, porque la tierra no para de moverse y la vida continúa teniendo exigencias. “No deje que se le escape el proyecto de investigación. Bosqueje un plan de trabajo y actualícelo frecuentemente. Aprenda a organizar su tiempo para conservar el control del proyecto”[3]. Un consejo de un profesor con experiencia: “No se mude, a menos que sea expulsado de su vivienda. No se meta a hacer trabajos de remodelación.  No adopte un perro”[4].

c.    Los avatares de la vida personal   

Los problemas personales sobrevienen también; aquellos que nadie desea ni comprende, pero que hacen parte de la vida. La enfermedad es uno de ellos. Al respecto, se aconseja siempre a los estudiantes de todos los niveles hacer ejercicio regularmente: el ejercicio físico ayuda a concentrarse, a mantener la energía, el tono y el entusiasmo. Todos los médicos recomiendan hacer ejercicio (¡y dejar de fumar!). Esto vale no solamente para la población en general sino con mayor razón para los estudiantes que han iniciado un proyecto que exige concentración y esfuerzos constantes.

Por lo que un trabajo de tesis se requerirá de mucha energía. Asimismo, la relación de las parejas de enamorados se podría verse afectados porque la investigación absorberá gran parte del tiempo. De lo que resulta entonces que la redacción de tesis podría verse atrasada. Por ello es necesario tomar algunas precauciones para que el proyecto de uno no le ocupe todo el espacio: es necesario tomar en consideración el valor que la vida familiar y conyugal tiene para usted, su importancia en su existencia, el papel que juegan sus familiares en su vida. Cuando la tesis se termina, la vida retomará su curso, y el estudiante continuará viviendo con los suyos. Esto será preferible a no haberlos perdido por causa de una falta de visión de largo plazo.



 



[1] Gómez, M.A.; Deslauriers, J.P.; Alzate, M.V. (2010) Cómo hacer tesis de maestría y doctorado. Primera ed. Bogotá: Ecoe Ediciones, p. 108.

[2] Ídem, p. 110.

[3] Sharpe, J. A.; Peters, J.; Howard, K. (2002) The Management of a Student Research Project. Hampshire: Gower, p. 172.

[4] Bolker, J. (1998) Writing Your Dissertation In Fifteen Minutes A Day. New York: Holt, 82.

jueves, 12 de enero de 2017

CÓMO ENCONTRAR UN TEMA PARA INVESTIGACIÓN DE TESIS

Allí surge la pregunta de los estudiantes: ¿Cómo hago para encontrar un buen tema? Los estudiantes afortunados pueden contar con los trabajos de investigación que se han realizado anteriormente, una idea que ellos tienen en la cabeza desde mucho tiempo y que no espera sino la ocasión para ser explotada, un tema que han abordado durante la etapa universitario y que quieren profundizar. En ese sentido, Ogden (2007) expresa esta sugerencia: “Haga énfasis sobre lo que usted conoce ya. Elabore una lista de temas sobre los cuales usted ya ha realizado trabajos o sobre los cuales ha hecho cursos. Usted podrá darse cuenta de que ya ha hecho un buen trabajo con la reseña de escritos (…) El estudiante muy organizado debería poder utilizar los trabajos realizados en el marco de los cursos para plantear las bases de la tesis. En realidad, este tipo de estudiante es extremadamente raro”[1].  

De otra parte, otros autores señalan que algunos estudiantes pueden encontrarse en la niebla y no darse por enterados. No obstante, se sabe que la creación es con frecuencia precedida de una fase de indeterminación, inclusive de caos. En estas circunstancias se debe tener paciencia, no entrar en pánico sino ocupar la mente en otras tareas. Cuando la mente está en reposo, en un estado de confusión es cuando las ideas surgen: acordémonos de la historia de la manzana de Newton, de la bañera de Arquímedes y del teorema de Pitágoras: ¡Eureka! He encontrado[2].

Para ello, por experiencia en esta etapa lo que se recomienda es en primer orden es hablar con los pares. Todos tenemos colegas, amigos, con los cuales estudiamos y que conocen nuestros intereses. Se debe iniciar por confiarles nuestra incertidumbre, incluso nuestro desconcierto y pedirles lo que, en su opinión, podría interesarnos. A menudo, ellos nos conocen mejor que nosotros mismos y pueden orientarnos en una dirección en el cual no habíamos pensado.  Según Rudestan y Newton (2001) citado en Gómez et al, recomiendan acudir a una lluvia de ideas (brainstorming): “La lluvia de ideas consiste en enumerar espontáneamente y sin ánimo crítico todas las ideas posibles en un período de tiempo dado para luego usted poder hacer un análisis crítico de cada idea y eliminar aquellas que son poco interesantes, estrafalarias o impracticables. Últimamente, es el conocimiento de la documentación científica el que determinará si una pregunta de investigación tiene potencialidad o no. Las publicaciones son las depositarias de la tradición de la investigación académica y ellas superan de lejos los límites de su conocimiento”[3]. Este ejercicio puede practicarse con un pequeño grupo de personas donde éstas puedan expresarse espontáneamente y sin reservas.

Asimismo, se sugiere reunirse con diversos profesores y presentarles el problema. Ellos tienen la experiencia: en el pasado, han encontrado estudiantes que estaban en su misma situación y pueden ayudarlo a aclarar las ideas. Algunos programas ofrecen un seminario donde es posible jugar con las ideas y donde los estudiantes pueden ayudarse unos a otros discutiendo, criticándose y ofreciendo sugerencias.

Otra manera es leer las tesis. Pero, a cambio, usted no debe dejarse impresionar: lo que lee es el producto final precedido de varias versiones que no conocerá nunca pero que a usted le parecerán por supuesto menos sabias. La ventaja de esta lectura es que usted verá lo que otros estudiantes han hecho y cuál es el resultado de sus trabajos. A partir de diferentes documentos debidamente aprobados por su institución, usted verá cuales son las expectativas. Luego, advertirá también cómo los otros candidatos han estructurado sus trabajos.

En estos períodos de incertidumbre, una manera más arriesgada, pero a veces también provechosa es la de leer, no importa qué. En ese sentido, porqué no aprovechar estos momentos para leer las obras que le interesan desde hace mucho tiempo, pero para las cuales no ha tenido tiempo. Usted no perderá del todo: aprenderá cosas sobre un tema que trabaja y tendrá también el placer de poner en reposo su mente, dejarla abierta a las influencias, y dejarla disponible y en estado de inquietud.  Quizás es por este camino que la novedad se precipitará rápidamente. Para practicar con moderación, sin embargo, en la medida en que usted toma conocimiento de su tema y de los autores relacionados con él, usted atravesará los mismos de autores que son citados usualmente.  Esto es un buen signo: va por buen camino. Está en proceso de discernir su tema, destaca usted los autores claves y las obras esenciales[4].



[1] Ogden, E. H. (2007). Complete Your Dissertation or Thesis in Two Semesters or Less. Plymouth: Rowman  & Littlefield, p. 38.

[2] Gómez, M.A.; Deslauriers, J.P.; Alzate, M.V. (2010) Cómo hacer tesis de maestría y doctorado. Primera ed. Bogotá: Ecoe Ediciones, p. 24.

[3] Ídem, p. 25.

[4] Boutillier, S.; D’allongans, A. G.; Labère, N.; Uzunidis D. (2005). Méthodologie de la thèse et du mémoire. Paris: Studyrama, p. 166.

ANALISIS E INTERPRETACION DE DATOS

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