¿Qué hacer cuando no
tenemos un tema de investigación específico?
En ocasiones se da el caso de que el investigador se comprometa a
realizar un trabajo de investigación, pero no se le ocurra qué hacer. Este
problema es bastante frecuente, dicho sea de paso, se asocia con la falta de
confianza en cuanto a la capacidad de emprender un proyecto de investigación.
En consecuencia, este ítem se diseñó para ayudar a enfrentar este de problema.
De la misma forma le será útil también si ya eligió el tema, pero desea
acotarlo. Es decir, si desea evaluar posibles opciones, si tiene
demasiadas ideas y no puede decidirse por alguna de ellas.
Aquí detallamos siete
sugerencias para que baraje ideas respecto su proyecto de investigación. De
esta forma estará en condiciones óptimas no solo para elegir sino para acotar
su elección, convirtiendo en un proyecto altamente viable.
A.
Échale un vistazo algún trabajo previo de investigación.
B.
Relacione la investigación con sus otros beneficios.
C.
Pregunte a su asesor, tutor, amigos, compañeros incluso a su
vecino.
D.
Piense en el título.
E.
Comience por una cita que le agrade.
F.
Siga sus intuiciones.
G.
Debes estar preparado para cambiar de rumbo.
A) Échale
un vistazo algún trabajo previo de investigación
Existen, desde luego, numerosos
ejemplos de proyectos de investigación que puedes echarle un vistazo, sean artículos
científicos, tesinas, tesis etcétera. Considere reproducir uno de ellos, usando
los mismos métodos para analizar el mismo problema, pero en un lugar o en una
institución distinta. Reproducir el enfoque de una investigación no quiere
decir que no sea original. En efecto, imitar una investigación previa para
corroborar las averiguaciones originales, agregar otros nuevos o ponerlos en
tela de juicio suele ser muy útil y a la vez esclarecedor.
B) Relacione
la investigación con sus otros beneficios o intereses
En este ítem sostenemos que
seguramente tendrás una variedad de beneficios o intereses fuera del trabajo,
de los estudios que cursa, incluso del área de investigación, ya sean como
actividades familiares, sociales, políticas, culturales, deportivas, aunque
estas dependerán de las limitaciones impuestas por la materia que investiga.
Digamos que si ha emprendido una investigación política puede basarla, al menos
parcialmente, en un grupo de un movimiento político a la cual haya pertenecido
anteriormente.
C) Pregunte
a su profesor, tutor, amigos, compañeros incluso a su vecino
Hacer consultas o pedir
sugerencias a otra persona es lo más recomendable cuando no se le ocurre ningún
tema. Las apreciaciones de los demás siempre resultan provechosas.
Su profesor puede brindarle muchos consejos, incluso puede ponerlo
en contacto con un colega que se encuentra en una situación similar a la suya.
Cabe precisar que hablar de sus ideas con gente no involucrada en la
investigación puede ser muy provechoso, imagínese por ejemplo su amigo o vecino
puede indicarle cómo investigar con vista al desarrollo de su profesión.
D) Piense
en el título.
En una investigación pensar
en el título ayuda encontrar temas interesantes. Después de todo, parte de la
atracción inicial producida por un libro. Naturalmente este consiste en un
juego de palabras, en una aliteración, o ser conciso y expresivo. Puede referirse
sucintamente a la pregunta de investigación o indicar un nuevo ámbito de
estudio.
El título en una investigación debe ser lo más corto posible.
Piense en alguno que lo motive, puesto que un buen título lo ayudará a orientarse
en un trabajo de investigación a posteriori.
E) Comience
por una cita que le agrade.
Algunos estudiosos
recomiendan que extraer de la literatura que ha leído uno o dos citas que
realmente lo atraigan es otro método posible para elegir el título. Por cierto
nos referimos al tipo de enunciados que son capaces de desencadenar una fuerte
reacción positiva o negativa y que revelan que el autor domina el tema o, por
el contrario no sabe de qué está hablando. Pueden ser preguntas, comentarios,
también interpretaciones de los temas investigados.
F) Siga sus
intuiciones.
Si un investigador intuye
que una cuestión o un área específica plantean interrogantes de interés o
requiere ser investigada, no tema seguir sus impulsos y vea hasta dónde lo
conducen. Sin embargo, no pierda demasiado tiempo y energía en esto cuando,
quizás, no lo está llevando a una buena direccionalidad.
G) Debes
estar preparado para cambiar de rumbo.
Si en su investigación ha
comenzado por cualquier parte o tal vez haya seguido una o varias de nuestras
sugerencias, en cualquier caso, debe estar listo para replantear su trabajo y
cambiar de horizonte. Ello puede ser necesario si le niega el acceso a personas
o documentos importantes, si no hay suficientes gentes que conteste sus
cuestionarios, si no encuentra datos donde pensó que estaba. Por estos considerandos
es conveniente que sus planes de investigación sean flexibles y le permitan
enfoques distintos del mismo asunto o tomar una dirección que se aleje
radicalmente.