La prueba de hipótesis
Desde la perspectiva de Ñaupas
y otros (2018), la prueba de hipótesis es un proceso estadístico-matemático que consiste en someter a prueba la
hipótesis alterna para ver si es consistentes o no. En ese sentido, “someter a
prueba implica en recolectar datos de la realidad para disponer la evidencia
empírica que conforme o contradiga la hipótesis formulada”.
Para tal efecto, es necesario formular las
hipótesis estadísticas, vale decir, la hipótesis nula (H0), en primer lugar y luego la hipótesis alterna (Ha), de acuerdo al principio de falsación de Karl
Popper, según el cual, la única manera de probar si una hipótesis es verdadera
es falsando la hipótesis alterna, dicho de otro modo, formulando una hipótesis
nula. La hipótesis nula niega lo que afirma la hipótesis alterna.
En consecuencia, Ñaupas y
otros (2018) citando a Mejía señalan, por ejemplo, si la hipótesis alterna (Ha) afirma que: el rendimiento académico de los
estudiantes universitarios, se incrementa con la inteligencia; y la hipótesis
nula (H0) niega que: El rendimiento académico de los
estudiantes no se incrementa con la inteligencia. Los autores añaden y se
interrogan ¿Por qué debemos seguir este procedimiento, que linda con lo
absurdo?, porque es la única manera de probar la hipótesis alterna (Ha) es rechazando la hipótesis nula (H0), es decir, recurriendo a la
prueba del absurdo.
De manera que los autores
sostienen que “se tiene que recurrir a la prueba de hipótesis nula porque la
hipótesis alterna, plantea infinitas maneras de establecer relaciones entre las
variables. En cambio, la hipótesis nula al negar lo planteado en la hipótesis
alterna sostiene que la variable independiente no influye o no producen ningún
efecto en las variables dependientes”.