COEFICIENTE DE ALFA DE CRONBACH
En 1951 se ha publicado por vez primera
un trabajo de investigación utilizando Alfa de Cronbach, de ese entonces, el
coeficiente en mención se ha establecido como “un índice de facto para evaluar
el grado en que los ítems de un instrumento están correlacionados”. Tal es así
que, Jorge González y Mauro Pazmiño (2015) han realizado un estudio minucioso
sobre el alfa de Cronbach, donde señalan que desde hace años existen muchas
descripciones diferentes, incluso contradictorias y que el coeficiente, como
cualquier medida estadística debe ser utilizado con cautela. Asimismo, afirman
que el coeficiente de alfa de Cronbach ha estado sujeto a diferentes debates en
cuanto a su validez para interpretar escalas tipo Likert[1]. En tal sentido, Gonzalez
y Pazmiño citando a (Cronbach & Shavelson, 2004) señalan que el propio L.
J. Cronbach habían señalado que “el coeficiente cubre sólo una perspectiva
estrecha dentro de la problemática más amplia del análisis de confiabilidad.
Estos debates y concepciones sobre el alfa de Cronbach hacen que tampoco
resulte fácil para alguien sin una formación estadística completa, ir más allá
de la aplicación mecánica de este coeficiente”.
En ese orden de ideas, es que el
criterio establecido y señalado por diferentes autores como (Oviedo &
Campo-Arias, 2005) es que un valor del alfa de Cronbach, entre 0.70 y 0.90,
indica una buena consistencia interna para una escala unidimensional. “El alfa
de Cronbach aparece así, frecuentemente en la literatura, como una forma
sencilla y confiable para la validación del constructo de una escala y como una
medida que cuantifica la correlación existente entre los ítems que componen
esta”.
En consecuencia, la importancia de uso,
para el cálculo e interpretación de alfa de Cronbach sigue empleándose en
diversas investigaciones a efectos de validar “la consistencia interna de un
cuestionario, con dos posibles escalas tipo Likert, una de cinco puntos y otra
de siete” y que debía diseñarse para un análisis de los criterios de los
investigadores. En este sentido se entiende como alternativas tanto los
posibles programas de cómputo a emplear para ello, como los procedimientos que
ellos utilizan de estimación del coeficiente y las posibilidades de cálculo
para poder considerar las variantes del alfa de Cronbach[2].
[1] González
Alonso, J., & Pazmiño Santacruz, M. (2015). Cálculo e interpretación del
Alfa de Cronbach para el caso de validación de la consistencia interna de un
cuestionario, con dos posibles escalas tipo Likert. Revista Publicando, 2(1),
62-67. https://nbn-resolving.org/urn:nbn:de:0168-ssoar-423821.
[2] Ídem.
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